Médicos rurales que se desviven por cuidar de sus pacientes mayores; mujeres con trastorno de personalidad que no quieren que las llamen locas; bomberos que se dejan el pellejo todos los veranos por cuidar de nuestros bosques… Luis, Margarita o Joaquín han sido para nosotros los protagonistas del año, las personas que han llenado las historias de Calamar2 a lo largo de 2013. Y, por supuesto, el toro Vulcano, que nos ha marcado de manera involuntaria los últimos meses. Con ellos nos hemos encontrado en el Círculo Polar Ártico, en el fuego de Galicia o en una tarde tranquila en un parque de Vicálvaro (Madrid). Nos han abierto sus experiencias y nos han ayudado a comprender mejor sus mundos. Os dejamos con ellos. Los calamardos os deseamos un feliz 2014, en el que compartiremos con vosotros nuestros nuevos proyectos:
Luis Rodríguez atiende a un paciente durante la realización de nuestro reportaje sobre la sanidad rural. Pulsa sobre la imagen para ver la galería de imágenes.
Luis Rodríguez, el médico superviviente
Luis fue nuestro guía en el reportaje que hicimos a principios de año sobre la lucha que mantenía un grupo de ancianos de Las Arribes (Salamanca) por mantener abiertas las urgencias nocturnas. La protesta consiguió su objetivo y finalmente la justicia revocó la orden de cierre que había dictado el gobierno de Castilla y León. Nosotros contamos la historia en el suplemento Crónica del diario El Mundo y también en el cortometraje que podéis ver pulsando aquí.
Margarita Haro busca su independencia
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Marga tiene 33 años, vive sola en un piso y le gusta ser independiente, a pesar de que sufre trastorno de personalidad. “Puedo salir y entrar, no tengo que dar explicaciones y tengo mis propias reglas”, cuenta. Cobra una pensión de 360 euros y su madre también la ayuda. Pero lógicamente con tan pocos ingresos va muy justa. Está buscando trabajo de cajera “o de lo que salga”. Ella no tiene problema en hablar de su diagnóstico, pero cuando conoce a una persona va con prudencia. “Hay gente que se asusta mucho”, señala. Enfrentarse a una entrevista de trabajo y afrontar la posibilidad de que la rechacen a causa de su enfermedad le da mucho miedo. “A la sociedad le falta información sobre la salud mental, mucha gente piensa que somos delincuentes, que hacemos cosas incoherentes”, reflexiona Marga, y a su lado, su amiga Bea asiente con la cabeza. Las dos están hartas de que se las asocie con la palabra “locas”.
Marga fue una de las protagonistas de Rostros por la salud mental y también del reportaje que cerró dicha sección.
Joaquín Jiménez, en primera línea de fuego
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Joaquín Jiménez Muñiz tiene 40 años y trabaja como capataz de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (Brif) de Laza (Ourense) desde 2008. Lucha contra los incendios forestales desde 1996. Ha sido jefe de equipo del Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir), formador de equipo de extinción y voluntario del Grupo Local de Pronto Auxilio en el Ayuntamiento de Laza.
Para él, el fuego es el resurgir de las cenizas, la vuelta a empezar algo nuevo. Pero de forma incontrolada es algo maligno y destructivo que hay que extinguir. “La peor experiencia es lo mal que se pasa cuando estás fuera de casa durante los grandes incendios y la gente que más quieres te espera preocupada y con ganas de verte”, cuenta.
Joaquín fue uno de los Rostros que extinguen llamas, sección que durante el verano pasado retrató las vivencias de los profesionales de la extinción de incendios.
San Fermín sin Gonzo
Gonzo ha muerto, me dicen. Él ha sido compañero de mantel durante muchos años. Un tipo que llegó por primera vez a Pamplona con 20 y nunca más perdió la juventud, ni la sonrisa. Qué tipo más grande.
Gonzo (izquierda) junto a una pareja de franceses con los que almorzamos el 10 de julio de 2012 en Pamplona tras el encierro. (c) Pedro ARMESTRE
Pinchando sobre la imagen podéis ver la cobertura realizada este año en Pamplona durante las fiestas de San Fermín.
Mañana tras mañana, acabado el encierro almorzamos en “La Raspa”, nuestro bar de reunión. Allí nos integramos entre huevos con jamón, bailando unas risas y mañana más. Año tras año, metódicos, esperamos a que surja el almuerzo mágico, que todos los días lo son, pero hay uno que siempre es especial. Especialmente divertido y siempre junto a nuestros amigos franceses queridos, entre ellos Gonzo. Esos con los que no hablamos durante el resto del año pero que cuando llega San Fermín están guardándonos sitio en la mesa, y así mantener la juventud sintiendo. Esa emoción, aquí, es la que imprimo en mis fotos para transmitir. Hoy es el primer día, siempre el mejor, aunque este año todo sea diferente.
Julius en Julio en el Ártico
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Julius salta sin parar charcos de agua cristalina. Sobre ellos, sus botas y bromas infantiles, robos de galletas de chocolate al visitante. Julius, en un julio veraniego en el Ártico. Unos extraños en su tierra húmeda que acaba de perder el hielo para descubrir el problema.
Paisaje inhóspito y maravilloso, que contradicción. El refrigerador del planeta pierde fuerza. Conseguir un Santuario Polar Ártico no es el capricho de locos ecologistas ni de los que tampoco aceptan esa etiqueta como propia, aunque sí la locura como timón. Tener una alta conciencia medioambiental no por militancia, más bien por carácter de supervivencia. Convertirnos en egoístas con celos bien canalizados. Pretender tu bien es tener el nuestro. Buenos deseos para Julius en julio y la comunidad inuit significa el bienestar del resto de señores y señoras, niños y niñas y animales y animalas y plantos y plantas que en el planeta habitan.
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Vulcano
David Rodríguez Mata, de 33 años asesta una lanza mortal a Vulcano durante el transcurso del Torneo del Toro de la Vega 2013, en Tordesillas. Pinchando sobre la foto se accede a la galeria con las imágenes del torneo y el encierro previo.
Así se llama el dios del fuego. Fuego con el que hemos tenido mucha relación durante todo el año. También es el nombre del astado del que nunca nos olvidaremos. Fue el último toro de la Vega que mantiene a Pedro, uno de los tentáculos de Calamar2, convaleciente desde el pasado septiembre.
La situación generó una de las entradas más polémicas de Calamar2. También otra de alegato a la defensa de la sanidad publica con la experiencia de Pedro en el Hospital La Paz de Madrid, lugar donde ha sido tratado de las caricias que Vulcano le propinó.