Una anestesista habla con los auxiliares durante una liposucción realizada en el Hospital Moncloa, en Madrid. © Pedro ARMESTRE-X
TEXTO Y FOTOS: SUSANA HIDALGO & PEDRO ARMESTRE // Cuando Lamia Ahmed tenía 21 años estaba tan avergonzada de su cuerpo que nunca se desnudó delante del novio que tenía por aquella época. Una 120 de talla de pecho para una chica tan joven y de complexión delgada le hacían sentir acomplejada y con todas las miradas puestas sobre ella. Vivía con la espalda encorvada y la mirada fija en el suelo. “Todo el tiempo recibía bromas pesadas, no podía hacer deporte, me sentía mal e insegura”, recuerda Lamia, que hace seis años decidió operarse para reducir el pecho y pasar de la 120 a la 95. “La operación me ha cambiado la vida, ahora tengo seguridad en mí misma”, recuerda. Su decisión vino motivada más por un motivo de salud que de coquetería. “En el futuro podría haber tenido problemas de espalda y, además, me estaba perjudicando psicológicamente”, señala esta chica.
La cirugía estética está relacionada con la belleza, pero también hay una parte importante vinculada a la salud y al sentirse bien. “Se trata de una especialidad que se engloba dentro de la Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Ante todo somos médicos y por lo tanto tenemos que velar por la salud del paciente”, señala Marta García Redondo, secretaria general de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre). García Redondo recalca como los cirujanos tratan de mejorar “lo que ya es bello para hacerlo todavía mejor”. “En ese sentido, una intervención de cirugía estética puede cambiar la vida de las personas contribuyendo a mejorar su día a día. Nosotros hemos notado en pacientes operados cómo al poco tiempo se han sentido más satisfechos y seguros de sí mismos”, agrega.
La cadera pintada en una paciente que se somete a una liposucción marca las lineas en las que el cirujano debe incidir para reducir la acumulación de grasa. Para saber más sobre esta operación pulsa sobre la imagen. © Pedro ARMESTRE-X
La relación entre cirugía estética y los beneficios psicológicos está avalada por diferentes estudios: los efectos se traducen en aumento de la autoestima, de las relaciones sociales e incluso en una mejora de la vida sexual. Hay sectores de la población, como los adolescentes, especialmente sensibles a estas mejoras. Expertos de la Universidad de Basilea (Suiza) realizaron un estudio el año pasado con 550 pacientes ya operados y concluyeron que, meses después de la investigación y en comparación con personas que no habían pasado por el bisturí, se encontraban más sanos, más seguros en sus decisiones y con menos ansiedad. En EE UU, por ejemplo, se vive un auténtico boom de la cirugía estética entre los sexagenarios: personas que de mente se sienten jóvenes y quieren que su cuerpo les acompañe.
Informe La realidad de la Cirugía Estética 2014
Para evaluar los efectos de la cirugía estética entre la población española, Secpre ha elaborado un informe llamado La realidad de la Cirugía Estética 2014 con los datos recogidos por sus médicos. En esta amplia visión sobre el sector se constata cómo son las mujeres las que predominan en la demanda de operaciones: un 87, 8% frente a un 12, 2 % de hombres. Como Lamia, la mayoría de las pacientes se operaron de los pechos (para aumentar o para reducir). En cambio, los varones optaron por la cirugía de la cabeza (orejas, párpados, etcétera). En general, las operaciones más demandadas en mujeres fueron el aumento de mamas, la liposucción, la blefaroplastia (párpados), el aumento y elevación de las mamas y la abdominoplastia. Entre los hombres: la liposucción, la blefaroplastia, la rinoplastia (nariz), la ginecomastia (reducción de pechos) y la otoplastia (eliminar las orejas de soplillo). Cada vez son más los pacientes masculinos que pierden los prejuicios y se animan a entrar en quirófano.
La liposucción no es un sustituto a la pérdida de peso, sino un método para retirar cúmulos localizados de grasa que no responden ni a la dieta ni al ejercicio. Pulsa sobre la imagen para conocer a la Sociedad Científica Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) que agrupa a los cirujanos destacados en esta especialidad . © Pedro ARMESTRE-X
Los casos de menores de edad son excepcionales. La mayoría de los intervenidos se encuentran en la franja de edad de entre 30 a 44 años y, en total, el año pasado se realizaron más de 61.000 operaciones. Esa cifra era de 105.000 en 2009. La crisis económica se nota: durante los últimos cuatro años ha habido un descenso en torno al 15-18%.El coste de las intervenciones analizadas en el estudio alcanza los 300 millones de euros (lo que supone una media de 4.000 euros por cada operación) de los que aproximadamente 67 corresponden a los gastos sanitarios y 28 tienen que ver con las prótesis o implantes utilizadas.
Nuria, que ahora tiene 40 años, decidió operarse la nariz cuando tenía 20. Su forma ganchuda le hacía ser objeto de bromas muy crueles que se prolongaron hasta la universidad. “Operarme fue la mejor decisión que he tomado nunca. Perdí todos los complejos a la hora de socializar, encontrar trabajo y me quité todas las inseguridades”, asegura. Para la intervención, buscó al que ella le pareció el mejor médico. “No me importó que fuese más caro. No quería ponerme en manos de cualquiera y que al final las cosas no saliesen bien”, apunta.
La otoplastia es la cirugía que se realiza para reposicionar las orejas prominentes o “en soplillo” a una posición más normal, más pegadas a la cabeza, o para reducir el tamaño de las orejas grandes. Pulsa sobre la imagen para conocer más sobre esta cirugía. © Pedro ARMESTRE-X
Miguel Chamosa, presidente de Secpre, quiere incidir en la importancia de ponerse en manos de titulados: “Una paciente que esté pensando en operarse debe exigir que su médico tenga la titulación oficial en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora; que es una especialidad reconocida por el Ministerio de Sanidad y que implica seis años de estudios en Medicina y cinco de especialidad vía MIR”. Más de una vez han acudido a su consulta, víctimas de otro doctor sin titulación. Mujeres con las mamas o las caderas destrozadas por culpa de alguien que las operó sin experiencia. Precisamente el informe de Secpre señala que para los médicos, la principal causa que ha provocado el descenso en el número de las intervenciones es el intrusismo. “Este problema, según la mitad de los encuestados, se ha incrementado en los últimos años”, señala el estudio.
No se trata del único motivo para que cada vez haya menos operaciones estéticas. Los cirujanos reconocen la dificultad de los pacientes para obtener financiación y apuntan también al incremento del IVA, que encarece el coste de las cirugías.Los expertos coinciden en que, a cambio, hay un aumento de otros procedimientos estéticos, como el uso de bótox, porque, de alguna manera, las personas preocupadas por su aspecto no van a dejar de hacerlo, sino que van a optar por algo más barato.
2 Comment on “Cirugía estética: una inyección de autoestima”
https://jugos10.net
18/07/2017 a las 02:12
Hola…esta genial tu articulo, es justo lo que estaba buscando..
me ayudo mucho para aprender un poco más en internet, te felicito
.
Besos
Carlos
06/07/2017 a las 11:40
Lo que no sabe mucha gente es que si cuesta la liposuccion, pero claramente vale la pena realizarse la operación ya que te quitas de muchos problemas.
Yo por ejemplo muchos problemas respiratorios y cardiovasculares.