Luis Díaz: “La prevención y la profesionalización en la extinción son fundamentales”
22/09/2013

Me llamo
Luis Díaz Villaverde y tengo 44 años. Soy natural de Galicia y toledano de adopción.
Trabajo como Agente medioambiental de Castilla-La Mancha desde hace 10 años. Antes estuve tres campañas de incendios en Castilla y León trabajando en un retén, un año en una brigada helitransportada y un año como formador de retenes en riesgos laborales. Actualmente también ostento el cargo de presidente de APAM-CLM (Asociación profesional de Agentes Medioambientales de Castilla La Mancha).
Un consejo: Desde la Asociación profesional de Agentes Medioambientales de Castilla La Mancha, que lleva ya cuatro años de andadura, no hemos dejado de insistir en que el camino para reducir la incidencia de los incendios forestales es trabajar en cuatro pilares fundamentales: la prevención, la educación ambiental, la profesionalización del dispositivo de extinción y la investigación de causas. A parte de ésto es importante recomendar a los usuarios del medio natural la importancia de extremar la precaución en las zonas forestales cuando se realizan todo tipo de actividades y dar aviso a los agentes medioambientales a través del 112 en caso de observar un incendio o alguna actitud temeraria en otras personas.
Una anécdota: Recordaré siempre el dispositivo que se montó en el verano de 2006 en Castilla-La Mancha para acudir a ayudar a la comunidad gallega con motivo de los peores incendios registrados de la historia en esa comunidad. Yo participé en aquel contingente y nunca olvidaré el momento en que estuvimos en Santa María de Oia (Pontevedra) y al llegar cerca de una casa en medio del bosque rodeada de llamas pudimos ver a una anciana de 80 años. La mujer, todo vestida de negro, agarraba con la mano una manguerita de huerto de la que salía un pequeño chorro de agua con la intención de sofocar unas llamas de más de diez metros de altura que casi tocaban la casa que ella quería salvar. Yo mismo tuve que sacarla de allí en contra de su voluntad mientras ella gritaba: “¡Miña casa, miña casa!”.