PEDRO ARMESTRE// El hombre se encuentra en vías de extinción. Nos hemos olvidado de nuestra condición animal. Las necesidades que hemos creado son las mismas que nos expulsarán de la existencia. Somos tan ilusos que pensamos que tenemos la capacidad de destruir el planeta. Algo que niego rotundamente. Simplemente estamos sobreexplotando sus recursos y acelerando procesos naturales que nos dejarán fuera. Y el planeta continúa su vida, acompañado de los que consigan evolucionar a la misma velocidad que los cambios que producimos. Todos los demás, fuera.
El mediambiente, y en consecuencia el periodismo medioambiental, tiene grandes y poderosos enemigos. Algunos naturales y los más peligrosos empresariales. Los primeros vienen dados por naturaleza y últimamente demasiados por los actos del homo. Los empresariales se rigen por unos parámetros bien distintos. Hay que hacer caja a toda costa aunque la estemos “liando parda”.
Está en la mano de la sociedad decidir como queremos tener de limpio el salón de casa. Ese salón es de todos aunque nos hagan creer que no somos propietarios ni de nuestra existencia. Dicen que poner puertas al campo es tarea compleja y esta frase pierde cada día más su sentido.
Siempre he considerado que el periodista, y en mi caso el fotoperiodista, debe ser bipolar: En la vida personal con la capacidad de opinar, en la profesional solo de informar. Informar es muy serio, no es más ni menos que cualquier otra profesión, pero el periodismo ha de proporcionar los datos necesarios para que los ciudadanos, todos, opinen y decidan. De ahí su seriedad y rigor para no confundir deliberada o involuntariamente al lector.
Siempre he huido del llamado “periodismo activista” Quien lo ejerce se posiciona y deja de informar. Comunica simplemente los intereses que su ideología le marca. Si estás en un lado te denominan activista, en el contrario militante. Nosotros no debemos estar en ninguno de ellos.
En nuestra mano está el dar voz a quien no la tiene, sin perder el rumbo.
Por suerte, estas reflexiones me rondan en la cabeza desde casi mis comienzos profesionales y eso me permite estar con unos y con otros, tener fuentes opuestas y que estas me respeten por ir “de frente”. Sin ocultar.
Pulsa sobre la imagen para leer la cobertura sobre aquella protesta pacifica que terminó y seguidamente llegaron los que deseaban aparecer en los periódicos.© Pedro Armestre-X
En mis coberturas para diferentes medios me toca estar aquí y allí, con unos y con los otros. Si desempeño bien mi función en el escenario no me estoy posicionando. Sábado por la tarde, nos vemos en la cobertura de un partido del Real Madrid, y este hecho no me convierte en seguidor del equipo merengue. El domingo del Atleti. Cubrir el cierre de campaña política del PP no me obliga a darles el voto dos días después, faltaría más. Y cuantas juntas de accionistas de bancos y empresas energéticas me ha tocado cubrir…
Informo como periodista, opino como ciudadano y voto a quien considero más apropiado para los intereses comunes, no los particulares. Para ganar todos, algo personal debemos ceder.
Saludos viajando hacia Valencia para ser juzgado por la cobertura informativa de una acción de protesta contra la ampliación de licencia de la Central Nuclear de Cofrentes. Esta se hizo efectiva el 11 de marzo de 2011. Precisamente el mismo día en el que los reactores de Fukushima decidieron expulsar su maldad y repartirla por el salón de todos.
One Comment on “Homo Sapiens en vía de extinción”
Rak
03/12/2014 a las 16:12
Lo mejor el detalle del papel de baño