Yo como en realidad soy del siglo pasado, en su momento me tocó emprender la emigración digital. Nunca me imaginé que ese viaje duraría toda la vida, con sus atajos de teclado, recorridos por los menús y largos días de navegación, oyendo el canto de las sirenas en YouTube. Enfrentándome a ataques de troyanos y al fantasma de la desactualización. Sumando a cada paso un nuevo cacharro y su correspondiente manual. Abandonando a mi paso un montón de aparatos obsoletos, cables, transformadores y programas para dejar espacio en mi zurrón.
En todo este tiempo nunca he perdido el acento, que delata mi grado de integración en la era digital, y cuando nada funciona, soy la típica que se encomienda a la diosa Arroba porque todo me sigue pareciendo una cosa de magia. Pero igual tengo un blog, aunque funciona con sólo dos plugines.
Tener un blog o una web es tener un animal con hambre al que hay que estar alimentando constantemente con nuevo material. También tienen sus redes sociales con las que te relacionas con tu comunidad, a las que hay que gestionar, y conoces la importancia de un retweet. Aparte de practicar el ciber cuchi pandillísmo, que aunque parezca un término frívolo también genera sinceros afectos. Lo más probable es que con la mayoría de esas personas nunca se darán las coordenadas que hacen que la gente se encuentre en el mundo físico y se tome unas cañas, pero igual son parte de tu vida. Y de tu esquizofrenia.
Aunque la prensa la sigo prefiriendo leer en papel mientras me tomo un café, también visito otros blogs. Ahora que se supone que San Google tiene todas las respuestas, en realidad lo hacemos mucho más a menudo de lo que nos damos cuenta. A parte de los que me informan sobre asuntos de actualidad, la mayoría de los que leo tratan temas relacionados con el arte y la fotografía. En cada uno de ellos sus autores, desde una perspectiva personal, elabora su propio discurso. Gracias a ellos he descubierto muchos artistas interesantes. En otros que plantean desde dentro los problemas de un sector profesional, me han hecho posicionarme frente a ellos, y gracias a los que comparten sus conocimientos, he aprendido algunas cosas. En ese ir de una ventana a otra, picoteando de aquí y de allá, he viajado desde mi silla de despacho a otras realidades, algunas feas y otras que me han hecho soñar o reflexionar. He sentido que sólo virtuosismo me genera absoluta indiferencia, también que hay gente que se toma demasiado en serio y otros que con desenfado y fina ironía saben dar de lleno en la diana.
En esta constelación compuesta de miles de pequeñas estrellas, como se diría en romano paladín: cada loco con su tema.
En mi caso, mi pequeño rincón del ciber espacio, con los medios de los que dispongo, me permite tener mi propia voz para ejercer terrorismo estético contra los estereotipos y convenciones. Ser única y a la vez representar a muchas que no entran dentro de cánones ni patrones.
Como en tantas cosas, vivimos en un contexto en el que en las artes plásticas y audiovisuales la mayor presencia masculina es evidente, y la única manera de equilibrar la balanza es que las propias mujeres produzcamos material visual para explicar nuestra diversidad y así, tal vez algún día, por el hecho de ser mujeres no ser ya un género. Bajo el manto protector de la diosa Arroba hay espacio para todos y todas.
Sobre Tola Castillo:
Tola Castillo nació en Chile pero desde niña vive en España, por eso siempre ha tenido una doble identidad.
De sus estudios destacan los de publicidad, guión y cine. En el medio audiovisual ha realizado diversos trabajos en equipos de producción, dirección y prensa, pero realmente su vida laboral ha sido muy variada.
En el año 2010 crea su blog Trece Segundos en el que mezcla autofotos de ficción con texto. El nombre hace referencia al tiempo que tiene entre coger aliento, pulsar el disparador, posar y que salte la foto. Posteriormente las trabaja con Photoshop para crear con ellas ilustraciones o distintas composiciones. Intercalándolas a modo de fotogramas, las acompaña de una narración. Así, en cada nuevo post nos cuenta una historia, evoca o reflexiona sobre diversos temas con humor, color y fantasía.
www.trecesegundos.com
www.tolacastillo.com
5 Comment on “La diosa Arroba”
Giaume Vidal Alessandrini
09/05/2014 a las 09:03
Me gusta mucho: es la nueva mitología. Interesante. El Padre Web, en la cumbre del Olimpo Virtual,..da para mucho. Sigue.
Xipo
27/04/2014 a las 13:00
muy buen resumen Tola!! Viva el ciber chuli pandillismo!!
Trinity
26/04/2014 a las 13:16
Querida Tola, voy algo lenta pero por fin he leído tu maravilloso post. Qué bien narrada tu evolución en los mundos interneteros. Eres lo que se llama una inmigrante digital, en contraposición a los niños-as que nacen con la tablet debajo del brazo, y son los nativos digitales. Te has superado a ti misma haciendo todo lo que haces, pues el hecho de leer el periódico en papel sí que es ya de la edad de piedra, y eres lo suficientemente versátil, flexible e inteligente para que sigan coexistiendo en tu vida ambos medios, tradicionales y digitales.
Me parecen muy acertadas todas las reflexiones que haces sobre los blogs y las redes sociales, siempre con ese vocabulario tan divertido (me mata lo de “practicar el ciber cuchi pandillísmo” o terrorismo estético jajaja).
Tus fotos son fantásticas, me impacta la segunda con las arrobas y ese fondo verde de Matrix, de alguna manera un guiño a mí (qué bien te sientan las mallas doradas). Ten por seguro que tus comentarios, blog, fotos, ayudan a visibilizar a la mujer en el mundo del arte, además con tu sello impactante, y efectivamente, lo que se busca en una web es que se escriba con un estilo personal, porque de genios y virtuosos está el mundo lleno, lo que nos interesa es la forma especial que tiene alguien de contar las cosas, aunque sea un tema bobo, que aporte originalidad. También los lectores valoran si respondes y hay feedback en los comentarios.
De todas formas, y aunque no quiero ser pesimista, después de 6 años y medio con blogs, por lo que observo y la velocidad de los tiempos de Internet, creo que puedo vaticinar su muerte. Todo mutará y aparecerán otras formas de expresión cibernética.
Es mucho más poético encomendarse a la diosa Arroba ante algún problema técnico, pero si algún día pierdes la fe, sabes que puedes llamarme. Lo mismo no te soluciono nada y acabamos las dos postradas ante su altar
Enhorabuena por este artículo y por tus magníficas fotos, me lo he pasado muy bien
Un saludo cordial.
Javier
25/04/2014 a las 16:20
Lúcida, divertida, irónica e impagablemente única.
Pulgacroft
24/04/2014 a las 19:00
Genial artículo Tola. Comparto contigo tus opiniones sobre este mundo virtual que no por virtual nos es menos real en nuestra vida diaria.
Eres grande!!!!
Besosss