La campaña de Greenpeace por la protección del Ártico ha conseguido un importante aliado. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha enviado una carta al músico Alejandro Sanz, embajador de la campaña de la organización ecologista, mostrando su apoyo a la iniciativa de crear un santuario en el Ártico. “Esta zona del planeta juega un papel crítico en nuestros esfuerzos para tomar medidas contra el cambio climático. Todo tenemos parte de responsabilidad en la protección del Ártico”, señala Obama en la misiva.
Pulsa en la imagen para acceder al especial de Calamar2 sobre el Ártico. (c) Pedro Armestre
El verano pasado, Alejandro Sanz viajó con Greenpeace hasta el corazón del Ártico en Groenlandia en una comitiva de la que también formó parte Calamar2 y que reflejamos en este especial. El músico, tras ver en primer persona el impacto que está ejerciendo el cambio climático en los hielos y las amenazas de las perforaciones petrolíferas, entregó una carta a Obama en la que le expresaba su preocupación por el futuro del Ártico y por las graves consecuencias que puede tener su destrucción para las generaciones futuras.
Para Greenpeace ”la respuesta de Obama es un gran paso para la campaña, ya que el presidente de EEUU reconoce, en primera persona y abiertamente la necesidad de protegerlo. Ahora lo que le pedimos es que pase a los hechos: aún está a tiempo de parar para siempre las intenciones de la petrolera Shell de perforar Alaska”.
Iceberg visto camino del casquete Polar Ártico. (c) Pedro ARMESTRE
Todas estas amenazas están provocando la rápida desaparición de la capa de hielo polar. El problema es tan grave que los científicos prevén que dentro de 10 o 20 años, el Polo Norte probablemente estará libre de hielo marino en verano. “La mayor preocupación de cómo influye el deshielo en el Ártico en la subida del nivel del mar está en Groenlandia. Este territorio se encuentra cubierto por hielo de hasta tres kilómetros de espesor, un volumen, que, de derretirse, podría elevar el nivel medio del mar hasta siete metros”, advierten desde Greenpeace.
En los últimos 30 años hemos perdido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante de la cima de la Tierra. Para evitar que vaya a peor, es necesario mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC. Si la temperatura aumentase por encima de esos 2ºC el Ártico desaparecerá, auguran los científicos. Y ¿qué pasaría a la vez en el resto del planeta? Las estaciones, las cosechas, los bosques, las playas y el nivel del mar se verían afectadas de manera irreversible.
Como referencia de éxito, Greenpeace pone de ejemplo la campaña que en 1979 le llevó a pedir la protección de la Antártida. Después de siete años de lucha y de unión con otras organizaciones no gubernamentales, se consiguió el propósito y la Antártida se convirtió en un símbolo global de protección del medio ambiente. Ahora, con el apoyo de Obama, la organización ecologista espera haber recibido un apoyo esencial para convertir el Ártico en un santuario.