El blog de la Agencia France Presse ha dedicado una entrada al trabajo fotográfico de Pedro Armestre en los incendios forestales. La bitácora reproduce en primera persona una entrevista telefónica con Pedro que aquí os dejamos traducida al español:
CAZADOR DE INCENDIOS
Fotos: (c) Pedro Armestre
Cuando estoy en el corazón de un incendio forestal, tengo siempre la impresión de que el fuego es un animal salvaje que huye delante de un depredador: corre por una dirección, de repente cambia de trayectoria, finge para no caer en las garras de los bomberos … Cada verano en España, decenas de miles de hectáreas de bosque se convierten en humo. Los españoles que viven en zonas rurales conocen bien esta catástrofe. Yo mismo vengo de un pueblo de Galicia y conozco las llamas desde pequeño. Crecí viendo a mis familiares, a mis tíos, irse al bosque porque había fuego y porque faltaban manos para apagarlo…
Soy fotoperiodista desde hace veinte años y principalmente trabajo temas sociales y medioambientales. Soy el único reportero de España que se ha especializado a fondo en los incendios forestales. Comencé a fotografiarlos hace once años. En España, la temporada alta de incendios se produce en verano. El resto del año me preparo: leo libros sobre el comportamiento del fuego y sobre las técnicas de seguridad, asisto a conferencias sobre el medio forestal, paso exámenes médicos y me entreno físicamente para poder trabajar en las mismas condiciones que los cuerpos de bomberos Forestales de toda España. El objetivo, para mí, es acceder al corazón del fuego, allí donde ningún otro periodista puede entrar.
Mis amigos y colegas me comparan riéndose con los “cazadores de tornados” americanos. Es verdad que soy un poco un cazador de incendios forestales. Ante la temporada de fuegos me preparo metódicamente. Tengo acceso a información y a previsiones muy detalladas, que no son difundidas públicamente y que me permiten determinar en qué lugar y en qué momento un incendio forestal tiene más probabilidades de declararse. Algunos me preguntan a veces, quedándose extrañados, cómo hago para llegar a un incendio justo antes de que se declare, ¡como si sospechasen de que yo mismo he hecho prender las llamas para luego hacer las fotos! Pero de hecho, cuando se conoce bien el fuego, se vuelve relativamente fácil prever dónde y cuándo comenzará.
El fin de semana del 24 y 25 de agosto, un incendio asoló más de mil hectáreas de bosque cerca de Ourense, en Galicia, no muy lejos de mi pueblo. Yo ya estaba allí cuando comenzó. ¿Cómo lo hice?
Existe una ley, llamada “30-30-30″, según la cual la probabilidad de un incendio forestal llega a su punto máximo cuando hace más de 30 grados, cuando la humedad del aire es inferior al 30% y cuando la velocidad del viento es superior a 30 km/h. Y eso es lo que preveía el parte metereológico para finales de la semana en Galicia. A eso se añadió el hecho de que durante ese fin de semana espléndido de agosto miles de personas salieron a pasear por los bosques. Forzosamente, algunos iban a cometer imprudencias, a encenderse un cigarrillo en mal lugar … La gente no está lo suficientemente sensiblizada con el riesgo de incendios. Y hay que subrayar también que los criminales que encienden fuegos de manera intencionada saben, ellos también, cual es el momento idóneo para golpear.
Total, aquel fin de semana, se juntaron todas las condiciones para hacer de Galicia un polvorín. Por eso me fui para allá. Y no me equivoqué.
Cuando me voy a cubrir un incendio llevo exactamente las mismas protecciones que los que profesionalmente se dedican a ello, pero no llevo ningún logotipo sobre las ropas que me identifique con ellos. Con el tiempo, he hecho amistad con muchos de estos profesionales. Formamos parte un poco de la misma banda y a menudo me pasa que yo les ofrezco ayuda, como transportarles en mi coche de un lugar a otro.
Cuando los bomberos Forestales están luchando contra las llamas, están totalmente protegidos por sus ropas y soy incapaz de reconocerles. ¡En cambio, ellos me reconocen en seguida, porque soy el único que va cargado con las cámaras de fotos! A menudo oigo un “¡ Ven, eh, aquí Pedro!” de la boca de tipos que en ese momento me es imposible identificar. De cuando en cuando, bomberos a los que no conozco vienen a darme la mano, porque durante todos estos años han oído hablar de mi trabajo fotográfico.
Evidentemente éste es un trabajo peligroso. Para empezar, debo hacer frente a los mismos problemas que todo el mundo: los caminos cortados, las dificultades de acceso … Una vez en el incendio, debo analizar la situación sin pararme, prever de donde va a venir el fuego, y dónde debo ir yo, teniendo en cuenta el viento, el terreno, el tipo de vegetación…
En el corazón de un incendio forestal hay un calor permanente, sofocante. Pero no es el peligro más grande. Lo peor es el humo, que puede ser extremadamente tóxico según las sustancias que ardan alrededor de tí. El humo también es desconcertante. En un segundo, una ráfaga de viento puede hacer que no veas a la persona que se encontraba a un metro delante de ti y qué no sepas, entonces, por donde escapar. Y hay que tener la cara cubierta todo el rato, para evitar que un soplo del aire brusco a 70 grados se precipite en tu boca y te queme por dentro.
Los hombres a los que vemos sobre la imagen de arriba pertenecen a las BRIF, las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales. Son las fuerzas de choque de la lucha contra el fuego en España. Bomberos de élite que, por helicóptero, pueden transportarse rápidamente a cualquier lugar del país. Intervienen en los sectores más complicados del incendio y dominan todas las técnicas de extinción. Durante un gran siniestro, los bomberos combaten frecuentemente las llamas de diez a doce horas de un tirón. Una de las dificultades, para mí, consiste en saber pararme para poder enviar mis fotos.
Porque aunque llegase a captar las mejores imágenes del mundo, si no las puedo transmitir a tiempo, no sirve para nada. Llevo encima el ordenador, y a menudo me pasa que tengo que seleccionar y enviar las fotos en medio de un bosque en llamas.
Una de las técnicas que menos se conoce para apagar un incendio es el uso de maquinaria pesada. Los bulldozers abren cortafuegos entre la maleza. Después, los bomberos se sitúan en esta brecha en la vegetación e intentan evitar que las llamas salten al otro lado. Pero esto no siempre funciona. En la foto de arriba, una ráfaga brusca de viento acaba de hacer brotar millares de chispas rojas por la noche, por encima del cortafuego.
Los peores incendios son, por supuesto, los que se producen cerca de las viviendas. Tomé la imagen de arriba en el pueblo de Sandín. Como la inmensa mayoría de sus vecinos, esta mujer se protegió como pudo y salió a ayudar a apagar las llamas que estaban muy próximas. En momentos así, el pánico estalla fácilmente. Por todas partes hay coches que se lanzan a toda velocidad para llevar a lugares seguros a las personas mayores, o alguien se acordó que tenía un caballo en un prado situado cerca de las llamas y quiere ir como sea a salvarlo. Entonces, el caos que reina se vuelve tan peligroso como el propio incendio.
Pedro Armestre, a la derecha, durante el incendio en Coín, Málaga, en 2012 trabajando junto a la BRICA (Brigadas de Refuerzo en Incendios de la Comunidad de Andalucía) perteneciente al Plan INFOCA que por dos años consecutivos ha facilitado los permisos necesarios para acompañar a sus bomberos forestales tras pasar las pruebas físicas requeridas.
3 Comment on “Cazador de incendios”
Rosario Cáceres
05/09/2013 a las 02:20
Me gusta mucho reconocer o valorizar lo que gente de buena intención hace ,el bien en favor de todos,pues cuidar,proteger,amar a la naturaleza, es amar a la humanidad,porque este planeta es nuestro hogar compartido…gracias al fotográfo,excelente documentación! y gracias a todos esos bomberos y personas que arriesgan mucho por preservar lo nuestro.Desde aquí,mis gratos saludos.
español
03/09/2013 a las 18:39
Vaya ejercito de criminales medioambientales que tenemos en España, teniamos poco con los maltratadores de animales, encima esto. que asco de gentuza.
Manuel
28/08/2013 a las 08:06
Todo un profesional y ademas, mejor persona.
Cuídate.