Si no se pone remedio, en 20 años los expertos vaticinan que el Polo Norte habrá perdido su hielo marino durante la época de verano. Esta es una de las denuncias que ha hecho pública la organización ecologista Greenpeace con motivo de la expedición que ha organizado esta semana al círculo polar Ártico y de la que forma parte el cantante Alejandro Sanz. “El objetivo de la expedición pasa por lograr que los políticos y las compañías petroleras actúen para proteger las aguas internacionales del Ártico de las empresas que están causando el cambio climático”, denuncia Pilar Marcos, responsable de la campaña del Ártico en Greenpeace y miembro de la expedición.
El expedicionario Jose Naranjo camina sobre el glaciar Apusiaajik, en Groenlandia, cuyo frente ha perdido 1,5 kilómetros en los últimos 15 años. La imagen ha sido hecha esta semana durante la expedición #SalvaelÁrtico con Fujifilm X-pro1 ( Pulsa sobre la imagen para conocer las características técnicas de la cámara). © Pedro ARMESTRE
Empresas como Shell o Gazprom perforan los fondos del Ártico para buscar petróleo, destruyendo así esta última frontera de la tierra y provocando el aumento de los efectos del cambio climático. “El día que todo esto se derrita, más vale que aprendáis a nadar en el resto del mundo”, ha ironizado un guía inuit con los miembros de la expedición. Y no le falta razón. En el primer día de ruta, los expedicionarios de Greenpeace accedieron al glaciar Apusiaajik, en Kulusuk, donde los efectos del cambio climático han provocado una regresión del frente glaciar de 1,5 kilómetros en los últimos 15 años.
Todas estas amenazas están provocando la rápida desaparición de la capa de hielo polar. El problema es tan grave que los científicos prevén que dentro de 10 o 20 años, el Polo Norte probablemente estará libre de hielo marino en verano. “La mayor preocupación de cómo influye el deshielo en el Ártico en la subida del nivel del mar está en Groenlandia. Este territorio se encuentra cubierto por hielo de hasta tres kilómetros de espesor, un volumen, que, de derretirse, podría elevar el nivel medio del mar hasta siete metros”, advierten desde Greenpeace.
La impresión que produce ver el Ártico hacerse aguas nos la explica Alejandro Sanz en este vídeo que ha grabado en el terreno la organización ecologista:
“Las compañías que están causando el cambio climático son las que ven en este deshielo una oportunidad para buscar más petróleo. Estamos constatando la rapidez con la que estamos destruyendo el Ártico, mucho antes de que los políticos tomen la iniciativa de protegerlo”, denuncia Pilar Marcos. Al este de Groenlandia una nueva ronda de licencias para prospecciones petrolíferas buscan explotar estas aguas. Para perforar el Ártico, las petroleras tienen que apartar los icebergs que sus plataformas encuentran en el camino, y derretir el hielo flotante con mangueras gigantes de agua caliente. Greenpeace pide una moratoria permanente para que se proteja el Ártico de estas prácticas tan peligrosas.
Construcciones típicas de los inuits, los habitantes de las tierras árticas de Groenlandia. © Pedro ARMESTRE.
En los últimos 30 años hemos perdido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante de la cima de la Tierra. Para evitar que vaya a peor, es necesario mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC. Si la temperatura aumentase por encima de esos 2ºC el Ártico desaparecerá, auguran los científicos. Y ¿qué pasaría a la vez en el resto del planeta? Las estaciones, las cosechas, los bosques, las playas y el nivel del mar se verían afectadas de manera irreversible. Por eso la campaña #SalvaelÁrtico alerta de que hay que poner remedio antes de que sea demasiado tarde.
Como referencia de éxito, Greenpeace pone de ejemplo la campaña que en 1979 le llevó a pedir la protección de la Antártida. Después de siete años de lucha y de unión con otras organizaciones no gubernamentales, se consiguió el propósito y la Antártida se convirtió en un símbolo global de protección del medio ambiente.