Enrique: “Tengo un futuro lleno de expectativas”
02/07/2014
TEXTO Y FOTOS: SUSANA HIDALGO & PEDRO ARMESTRE // A Enrique se le ilumina la cara al contar cómo su hija se ilusiona cuando le ve acudir a las funciones teatrales del colegio. También cuando habla con pasión de las clases de baile a las que se ha apuntado o cuando recuerda un día que se fue a hacer tirolina y casi se descalabra. Hubo un tiempo en que Enrique, de 43 años, no pudo ejercer de padre ni tener aficiones porque era una sombra de sí mismo dibujada por las drogas. No tenía vida.
“Soy extoxicómano. Desde hace seis meses convivo en un piso terapéutico en Barcelona con otros exdrogodependientes. Este es el último paso que me queda antes de recuperar totalmente mi vida”, cuenta este hombre. “Con la rehabilitación he aprendido sobre todo a valorar las pequeñas cosas y a perdonarme a mi mismo todo lo que he hecho mal. Esa es la clave que me ha hecho crecer y creerme que puedo salir de las adicciones”, agrega.
Para él, la normalidad significa estar en la función teatral de su hija “con la cabeza bien alta y saludando a los otros padres”. Hace tan solo un año pensaba que todo esto sería imposible y que la gente le había puesto la cruz encima.
“Desde que he dejado las drogas he hecho cosas que jamás pensé que haría. Me he apuntado a centros culturales y a clases de baile, inglés o informática. Me enamoré de las clases de baile, fue brutal. He tenido siempre la ilusión de hacerlas pero nunca me había atrevido. También me he ido a dar paseos con mis hijos en bicicleta, algo que nunca había hecho. Hemos bajado a la playa y al chiringuito”, enumera. “El resultado de todo es que tengo ante mi un nuevo amanecer lleno de expectativas”, concluye Enrique.