[Os Recomendamos la ilusión del fotógrafo gallego Xulio Villarino. Pedro Armestre escribe sobre Xulio y su hábitat natural: mar, tierra y aire]
El carácter Ortegal es pura vida, naturaleza sin máscara, una vuelta a los orígenes, un guiño a la tierra, el poder del mar y las rocas, una auténtica tentación. (c) Xulio Villarino. pulsando sobre la imagen accede a la galería completa.
Caaaaraallo… si no hemos hablado de fotografía. Eso siempre ocurre cuando Xulio y yo nos vemos por teléfono, y en directo es muy similar. Las conversaciones siempre comienzan con una marejada de preguntas que encuentran respuesta en otras preguntas y otras preguntas y otras preguntas. Luego nos metemos en materia. Cosas de galegos.
Hoy, al teléfono me ha descubierto que es un animal. Lo tiene claro como yo, de ahí la empatía entre bichos raros. Coincidimos en que el hombre ha olvidado su condición y esa pérdida de memoria nos hace ficticiamente superiores, aunque en realidad somos el animal más vulnerable del planeta. “Cada vez tengo más presente que somos uno más”, me dice el amigo. Su hábitat, de mar, tierra y aire. La línea imaginaria donde Cantábrico y Atlántico unen sus aguas. Su espacio natural, en el punto geográfico más septentrional de la península, junto al faro de Estaca de Bares, en Mañón, donde también viven el bueno de Plácido y Josefa, que un día me regalaron un hueso enorme de ballena que tenían en su huerto.Los hermanos Tremendez. Mendez de apellido y, de tremendos que son, Tremendez. Laura y María que siguen paseando la circulación sanguínea de sus piernas bajo las aguas frías del Cantábrico. Laura murió hace un tiempo y continúa caminado gracias a que Villarino un día decidió inmortalizar a las hermanas en su paseo. Hoy las he visto felices en la web.
Las hermanas María y Laura paseando por la orilla del mar en la playa del puerto de Bares. Mañón. A Coruña. Rías Altas. Galicia. (c) Xulio Villarino. Pulsando sobre la imagen las favoritas de Xulio.
Levantando el vuelo en la meseta Ventureiro el animal, de tierra y de mar, Xulio, junto a las pardelas*, las Pichonetas y las Cenicientas, nos muestra los faros de la geografía gallega, 38. Bonita excusa para enseñarnos la unión de la tierra y el mar, que no es frontera, más bien continuación. Finisterraes merece la pena: es su libro homenaje a estos botones luminosos que piden a los barcos precaución.
Xulio decidió dedicarse a disfrutar con orden y persistencia. Sin olvidar nunca que solo somos uno más. Ni más ni menos, uno más. Pensaréis que me estoy repitiendo. Ya está escrito en otro párrafo y la repetición crea la persistencia, y ésta es la que le permite encontrar castañeiros**. Un árbol que sé que Xulio aprecia, aunque nunca me haya hablado de él. Cosas de animales…
Una tarta, 85 velas y tres pastillas para celebrar el cumpleaños de Plácido (c) Xulio Villarino. Pulsando sobre la imagen accede a la primera edición de A Mariña, 43º Norte.
Se lió a viajar, para apreciar que lo tenía todo en Galicia, y centrado en ella nos transmite las esencias que no son fotos. Son vivencias y cariños de la tierra que vive, que ama y vuela, junto a las pardelas, junto a las ballenas. Sin olvidar que somos uno más, solo un animal más, y eso es lo que le convierte en único. Su pensamiento.
*Ave marina que vuela a poca altura, a veces cerca de la costa.
**Castaño.