Hacía mucho tiempo que había perdido la memoria, tanto que ya no se acordaba cuando había sido la última vez que hizo algo merecedor de ser recordado. Gozosa de la vida, ella sabía que vivir tanto no iba a ser bueno. Y dudaba de que en su cabeza hubiera el espacio necesario para acoger tanto vivido intensamente. Por eso un día, al que no puso mes, ni año, ni mucho menos hora, decidió colgar en la pared cada plato y taza de café que no tuvo tiempo de terminar por pura ansia de seguir hablando y compartiendo con alguien. Cada café que no bebió era una historia que saboreó. Por eso convirtió las tazas y los platillos en trofeos que abarrotaban su casa. Y tantos había que ella solo sabía, cuando cada mañana arrastraba su vida por el pasillo que separaba la cocina de la calle, que tenía que sonreír. No sabía muy bien por qué, pero se sentaba en la hamaca en la que mecía lo que le quedaba de vida  y a partir de las cuatro de la tarde invitaba a quién quisiera a un café.

Restaurante Notre Dame des Bijoux

Centro Habana

La Habana

Cuba

Cámara Iphone 5

Biografía de Mayka Navarro

Hace mucho tiempo que observo la vida en formato fotográfico para compartir. Me apasiona comunicar. Contar historias. Transmitir sensaciones. Emocionar al que me lee, al que me mira en televisión, al que me escucha en la radio o al que se detiene ante una de mis imágenes. Nací en Santa Coloma de Gramenet, Barcelona, en 1968, y soy periodista. Desde pequeña trabajo en El Periódico de Catalunya, y colaboro en programas de televisión como El Programa de Ana Rosa o El Gran Debate. Comunico escribiendo, contando y fotografiando escenas, secuencias e historias. Mis fotos y mis textos son lo más parecido a mí misma: pura vida. Cocinados a fuego lento, como los calamares encebollados. ¿Gustan?