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Cristo Bejarano posa para el fotógrafo en una calle de Huelva. Para acceder a toda galería fotográfica pulsa en la image.
TEXTO Y FOTOS: S. HIDALGO y P. ARMESTRE// Cristo Bejarano sale siempre de casa acompañada por una máscara que la protege. Padece Intolerancia Química Múltiple, una enfermedad que le hace sentirse agotada y con muchos dolores de cabeza.Cristo fabrica sus propios jabones y lleva una estricta dieta ecológica; cuando se satura se refugia en una casa que tiene en el campo para recuperarse. “Lo que tú no sientes, a mí me afecta”, señala esta mujer de 61 años para referirse a la intolerancia que sufre a cualquier olor de procedencia química. Los perfumes se le hacen insoportables, pero también los humos y los olores procedentes de la cocina.
Hace 45 años, cuando Cristo era una adolescente, la empresa Fertiberia consiguió un permiso del Gobierno de Franco para poder verter sus residuos en la ría de Huelva. Fue entonces cuando esta mujer empezó a sentirse mal y a ponerse enferma. Décadas después, Cristo acumula visitas a hospitales y operaciones, la última de vesícula.
Las balsas de fosfoyesos miden 1.200 hectáreas (como la superficie de Huelva) y se encuentran apenas a 300 metros de la barriada onubense Pérez Cubillas. Están formadas por 100 millones de toneladas que contienen, además de yeso, elementos radiactivos (principalmente uranio 235 y 238, además de radón 222, polonio 210, radio 226 y plomo 210), una gran concentración de metales pesados (arsénico, cadmio, plomo y cinc), y ácidos libres. Los fosfoyesos son el residuo que se genera al producir fertilizantes agrícolas químicos. Estos se sacan de la roca fosfórica importada principalmente de Marruecos. Además, la balsa recibió en 1998 unas 130 toneladas de cenizas radiactivas con cesio 137 procedentes de la empresa Acerinox.
Un grupo de expertos internacionales en protección radiológica pertenecientes a Greenpeace descubrió en 2007 fugas del isótopo radiactivo cesio-137 al río Tinto, en las marismas de Huelva, a escasos metros de la ciudad. La radioactividad procedía de las 130 toneladas de material vertido por el accidente de Acerinox en 1998 y que se enterraron de forma incontrolada en el mal llamado Centro de Recuperación de Inertes (CRI) nº9, ubicado en las Marismas de Mendaña.
Después de años de polémicas y de pleitos en los juzgados, una sentencia de la Audiencia Nacional obligó en diciembre de 2010 a Fertiberia a parar los vertidos y le exigía también un aval de 21, 9 millones de euros. Además, la Junta de Andalucía y el Gobierno central llegaron a un acuerdo para, en vez de trasladar los residuos, cubrirlos y construir un parque sobre ellos. Pero después de tres años, el proyecto aún no se ha puesto en marcha. “Está totalmente paralizado”, señala Cristo, que es vicepresidenta de la Plataforma Recupera tu Ría, que engloba a una treintena de colectivos. Ella tiene asumido que los vertidos, al pesar 100 millones de toneladas, no se van a mover de ahí. “Lo ideal sería que se los llevaran, pero sabemos que no será posible por sus dimensiones. Pero si los residuos se quedan, que haya voluntad política y financiera para que sea en condiciones de total seguridad y sin riesgo de roturas”, reclama.
Otro movimiento ciudadano que tiene incluso un concejal en el Ayuntamiento, es la Mesa de la Ría. Aurelio González, uno de sus portavoces, considera el sellado de los residuos “una barbaridad” y muestra su rabia por el hecho de que las aguas onubenses hayan quedado inertes. “El río Odiel, antes de que llegase la industria a Huelva, era un lugar donde se criaban multitud de peces y ahora los pocos que quedan están envenenados por los metales pesados”, denuncia este hombre.
Imagen aérea de las balsas de fosfoyesos y la zona supuestamente regenerada (arriba, izquierda). También puede observarse la ciudad de Huelva y apreciar la cercanía y dimensiones de las balsas. El residuo no se encuentra solo en las piscinas, toda la zona gris son fosofoyesos secos. El residuo es expulsado en estado líquido de la factoría y se almacena en esta zona. Después, la evaporación lo transforma en sólido y el material se utiliza para levantar los diques de contención del nuevo residuo. En la zona trabajan operarios con maquinaria pesada sin protección de ningún tipo.
Los terrenos donde se asientan los fosfoyesos son de dominio marítimo-terrestre y una vez terminada la dictadura, pasaron décadas hasta que finalmente los vertidos fueron parados por la justicia. “Después del franquismo, durante la transición, hubo una connivencia entre Fertiberia y el poder para que continuasen los vertidos y Fertiberia fue obteniendo distintos permisos. Pero la empresa se saltó todos los límites, por ejemplo, se le permitía apilar solo tres metros y ahora hay más de 30″, denuncia Julio Barea, responsable en Greenpeace de las campañas de Energía y Residuos. Barea es consciente de que el traslado de los 100 millones de toneladas se hace imposible, pero exige lo máximo, es decir, “que se restaure la zona lo mejor posible y que lo pague Fertiberia, el aval de 21, 9 millones es claramente insuficiente”. Greenpeace exige que por lo menos las cenizas del vertido de Acerinox, altamente radiactivas, sean trasladadas a un vertedero especial.
Mongli, así llaman a Andrés sus amigos. Es uno de los niños que sin miedo a la contaminación juega en la zona supuestamente regenerada con su bicicleta. Por su manera de hablar la conoce bien, a pesar de los numerosos caminos que la recorren. Vive en el Barrio de Pérez Cubillas, el más cercano a la zona contaminada.
El sellado tampoco convence a la organización ecologista ya que no asegura al cien por cien que no habrá filtraciones. Ya hay una parte que está restaurada desde hace años, la balsa del pinar, pero sigue filtrando al río Tinto porque, aunque la capa de arriba esté protegida, la de abajo queda afectada por la subida y bajada del nivel de las aguas.
Para Greenpeace, lo ocurrido en Huelva supone “el principal episodio de contaminación industrial en Europa”. Esta organización y otras consideran que los vertidos son los culpables de enfermedades como la de Cristo o de los casos de mortalidad por cáncer. Distintos estudios como el Atlas municipal de mortalidad por cáncer del Instituto Carlos III señalan una mayor incidencia de cáncer en Huelva, pero no se ha probado científicamente que sea por los vertidos. El Consejo de Seguridad Nuclear también ha señalado que la radiación “está por debajo de los límites fijados por la normativa”. Cristo se queja de que no se ha hecho ningún estudio epidemiológico serio en la zona. “Lo único que tenemos es que el Defensor del Pueblo nos prometió que en marzo pasado habría un informe preliminar y ni siquiera se ha hecho aún”, apunta esta afectada.
El 11 de marzo de 2009, la Plataforma Recupera tu Ría registró en el Congreso de los Diputados 25.000 firmas recogidas para pedir, además del cese de los vertidos y del traslado de las cenizas de Acerinox, la realización de ese estudio epidemiológico para determinar por qué los casos de muerte por determinados tipos de cáncer superan en Huelva la media europea.
Imagen aérea del polo químico y la zona supuestamente regenerada (arriba).
En la investigación sobre las cuentas paralelas del PP, Juan Miguel Villar, dueño de Villar Mir, declaró el pasado mayo ante el juez Pablo Ruz que él no había hecho donativos al PP pero sí a CCOO y UGT. La Mesa de la Ría, colectivo ciudadano con representación municipal, ha señalado en un comunicado: “Ante las revelaciones sobre las ayudas que Juan Miguel Villar Mir ha venido concediendo a la Federación de Industrias Textil, Piel, Químicas y Afines de CCOO (Fiteqa-CCOO) y a la Federación de Industrias y Trabajos Agrarios de UGT (Fitag-UGT), concretamente a las secciones sindicales de Fertiberia, Mesa de la Ría exige a las secciones onubenses de los sindicatos que se quiten la máscara y que expliquen públicamente el por qué de esas ayudas y en qué medida han servido para que ambos sindicatos no levantaran la voz en ningún momento sobre el gravísimo problema de los fosfoyesos en Huelva”.
Barea denuncia también el acoso que ha sufrido la causa ecologista por parte de los sindicatos CCOO y UGT y cómo ahora se ha descubierto que ambas organizaciones han recibido pagos durante los últimos 10 años de Villar Mir, el grupo empresarial al que pertenece Fertiberia.
Charo Rodríguez. Diagnosticada hace 15 años de Fibromialgia, fatiga crónica e Intolerancia Química Múltiple.
El caso de Cristo no es el único. Una de sus hijas, Eva, también sufre los mismos achaques que ella. A Charo Rodríguez, otra mujer que ha vivido pegada a los deshechos de Fertiberia, la han diagnosticado fibromalgia, fatiga crónica e Intolerancia Química Múltiple. “Estoy aislada, me siento incapaz de salir de la casa, la mayor parte del tiempo me lo paso metida en la cama”, cuenta.
Mientras, entre los investigadores surgen iniciativas para intentar solucionar el problema de los residuos. Por ejemplo, Julio César Castillo, microbiólogo, y su equipo de la Universidad de Huelva han descubierto que las propias bacterias pueden formar una barrera natural en las balsas de fosfoyesos que no dejaría pasar los metales tóxicos. Una idea que se suma a muchas otras, con el único fin de paliar los efectos de esta catástrofe olvidada.
6 Comment on “La ciudad envenenada”
susana margot salinas
18/06/2015 a las 18:37
es increíble como muchas veces estamos ignorantes a los peligros q nos rodea,en mi pueblo hasta ase unos 15 años vivíamos sin tantos problemas de alergias ,hoy año 2015 no solo nos aquejan las alergias sino distintos problemas q eran desconocidos,,están trabajando con grandes hectareas trabajads para la cultivo de las plantas de frutillas y eso trae aparejado q sean puesto al suelo agroquimicos hervicidas y otros quimicos q desconocemos pero bueno todo esta callado por eso me interesa q sean divulgadas estas noticias
susana margot salinas
18/06/2015 a las 18:19
es la mejor manera de denunciar todo el daño q se está causando por grupos q no tienen ninguna responsabilidad como tampoco los gobiernos q hacen oidos sordos a los reclamos de la sociedad,,tenemos una gran lucha por delante por eso este medio tambien es factible gracias
Dori
12/11/2013 a las 22:33
Hola, me gustaria compartirlo en mi blog El día a día con fm, sfc/em, ssqm, ehs para darle mayor difusión.
Gracias por difundir nuestras patologias y por vuestro rigor en el trabajo, soy compañera de Cristo y sabia del poryecto, hoy al fin he podido verlo.
Gracias
calamar2
12/11/2013 a las 22:46
Muchas gracias. Claro que puedes compartirlo. Un saludo
Cristo Bejarano
12/11/2013 a las 19:51
Gracias Susana,gracias amigo Pedro,por vuestro trabajo,concienciación,vuestra generosidad y buen hacer,muchos profesionales como ustedes necesitamos
Gracias en nombre de nuestro colectivo
Besos para los dos
Cristo
calamar2
12/11/2013 a las 22:46
Gracias a vosotros Cristo. Un abrazo